Meditación de los Misterios Dolorosos

 

Primer Misterio Doloroso: La Oración de Jesús en el Huerto

Jesús angustiado y lleno de miedo se refugia en la oración y acude al Padre …y yo? Que hago ante el sufrimiento, ante los problemas, las incertidumbres, las tribulaciones, las dificultades, las desavenencias? A quien recurro? a donde voy? con quien hablo? A quien pido consejo? Me refugio como Jesús en la oración y acudo al Padre?

Jesús ora y ante su angustia acepta la voluntad del Padre y rechaza las tentaciones del demonio…y yo? cuando oro lo hago insistentemente o después de mi primera oración al no ver el resultado inmediato me desanimo y pierdo la fe? y recurro a otros medios como el esoterismo, la brujería, las cartas astrales porque quiero saber de inmediato mi destino confiándolo a la vista del hombre y no a la de Dios? Soy capaz como Jesús de rechazar las tentaciones del demonio y esperar pacientemente aceptando con amor a que se haga la voluntad de Dios, así como Jesús lo hizo?  

Cuando mi fe es débil…, busco a Dios en otros lugares?,  en otras Iglesias?  o es mi fe fuerte que supera toda prueba todo reto y toda tentación que me aleje de Dios y permanezco fiel a la Iglesia de Cristo demostrando mi amor y mi  fidelidad.

Señor Jesús, te pido que cuando decaiga en la oración, tu ejemplo me anime y a pesar de que no ocurra lo que esperaba, entienda que todo lo que me pasa es lo mejor que quieres para mi, porque me amas y me conoces desde el vientre de mi madre. Ayúdame Señor a aceptar Tu voluntad, a no quedarme dormido antes las vigilias más importantes de mi vida. Que pueda vences a  las tentaciones y con mis acciones limpiar las gotas de sangre que sudaste y sufriste por mí.

AMEN


Segundo Misterio Doloroso: La Flagelación del Señor atado en la columna

Jesús fue atado en la columna de la injusticia y flagelado por los pecadores. Cuando siento que alguno de mis hermanos es injusto conmigo, me defiendo con insultos y gritos, o soporto cada humillación con humildad como lo hizo Jesús?. Cuando siento que algún comentario negativo me flagela, que hago, lo resisto y me callo, o cambio el flagelo y  lo emprendo contra mi hermano? Donde quiero estar? del lado de quienes flagelan o del lado de quienes son flagelados?

Señor Jesús, que ante la injusticia, reine el amor y la paz en mi corazón. Que sepa soportar los flagelos de la vida y pueda perdonar a quienes empuñan el látigo que es a veces el látigo de la lengua. Ayúdame a levantarme otra vez y a perseverar en la misión que me has encomendado.

AMEN

Tercer Misterio Doloroso: La Coronación de Espinas

Jesús con sus manos encadenadas fue burlado con una corona de espinas. Cada espina rasgaba su piel y la sangre derramada le impedía ver y aun así continuaba su camino a la Cruz. He sentido alguna vez una corona de espinas en mi cabeza? Me he sentido burlado, rechazado o excluido de mi trabajo, de mi familia, de mis amigos o de mi propia Iglesia…y yo que hago? Rompo las cadenas  que me atan a Jesús y los envisto a todos con rabia, la misma que sintieron quienes clavaron las espinas a Jesús, que somos nosotros mismos cada vez que actuamos con ira, con soberbia y con rencor. O mas bien me ato a las cadenas de Jesús, y dejo que su sangre se derrame sobre mis ojos para ver con caridad las ofensas de mis hermanos y así pueda continuar mi camino de la mano de Jesús?

Señor Jesús, que yo sea capaz de comprender a todos mis hermanos y que mis acciones se aten a tu amor misericordioso.

Ayúdame a entender que tu Reino no es reinado de este mundo pasajero. Que yo pueda aspirar a la corona que no se marchita, apartando mi corazón de las cosas materiales y superficiales.

AMEN


Cuarto Misterio Doloroso: Jesús lleva la Cruz a cuestas

 Jesús caminaba con el gran peso de la Cruz que portaba todos nuestros pecados y su gran amor por nosotros fortalecía cada uno de sus pasos. Cuando porto mi cruz, la llevo con amor? O me quejo, me amargo,  me entristezco? Que hago me detengo y no continuo? Me entrego y no lucho por llevarla con el mismo amor que Jesús la llevo por mi?. Cuando el peso de mi cruz me hace caer… volteo a buscar el consuelo de mi madre del Cielo, así como lo hizo Jesús con María?  Dejo caer mi cabeza exhausta en los brazos de mi Madre Santa, así como lo hizo Jesús con María?  Dejo que mis mejillas reciban las caricias de las manos inmaculadas de mi Madre del Cielo, así como lo hizo Jesús con María? Me levanto después de cada caída y continuo aceptando en cada paso la Divina voluntad?

Señor Jesús, que seamos humildes al portar nuestra cruz y que cuando desfallezcamos acudamos al consuelo de nuestra Madre del Cielo la Santa Virgen María, para convertirnos en hombres nuevos, amando sin fronteras, al lado de los pobres y de aquellos mas necesitados.

AMEN


Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de nuestro Señor Jesús

Que gran sacrificio de amor haz hecho Tu Señor por nosotros!…Despegado de la tierra, entregaste todo lo que tenias…a tu Madre, a tu Espíritu… y que hacemos nosotros por ti? Si ni siquiera vamos a conmemorar Tu pasión y muerte en el Altar como tu mismo nos lo ordenaste! Señor es que acaso mi pereza y mi comodidad son mas grandes que al amor que sufriste por mi en la Cruz? Es que siempre busco una excusa para no ir  a “beber de Tu Sangre y comer de Tu Cuerpo” y es que siempre condiciono mis sentimientos a mi conveniencia e incluso cuestiono al Sacerdote que ofrece Tu sacrificio en la Santa Misa? … es que acaso no entiendo que ese pan que se parte en el Altar es el mismo Cuerpo que se partió en la Cruz? Señor, aun cuando escucho el sonar del partir del pan en la Santa Misa, las tribulaciones de este mundo no me dejan recordar el sonido de tus huesos en la Cruz.Señor que insensible soy! Como puedo recibir tanto amor de Ti y darte tan poquito? Como quisiera Señor estar siempre a tus pies en la Cruz como lo hizo tu Madre, cuanto quisiera ser obediente como lo fue Juan. Por qué me cuesta tanto Señor seguir tus mandatos! Por qué? Señor Jesús, cuanto me arrepiento de las veces que te he faltado cuando te he puesto en el ultimo lugar de la lista de mis cosas por hacer y a veces incluso ni siquiera te incluyo.

Señor, te pido que me ayudes a ser obediente a Tus mandatos y sumiso a todos los preceptos de la Iglesia que fundaste.Ayúdame Señor a desear intensamente “estar contigo en el Paraíso…” a reconocer tu Sacrificio de la Cruz como el acto más grande de amor que pueda existir en el mundo y a acudir a Tu encuentro ya que me esperas con los brazos abiertos.

AMEN