Jaculatorias

El Beato Juan Pablo II en la Carta Apostólica Rosarium Virgini nos dice lo siguiente:

“Habitualmente, en el rezo del Rosario, después de la doxología trinitaria sigue una jaculatoria, que varía según las costumbres. Sin quitar valor a tales invocaciones, parece oportuno señalar que la contemplación de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oración dirigida a alcanzar los frutos específicos de la meditación del misterio. De este modo, el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relación con la vida cristiana. Lo sugiere una bella oración litúrgica, que nos invita a pedir que, meditando los misterios del Rosario, lleguemos a «imitar lo que contienen y a conseguir lo que prometen».

Como ya se hace, dicha oración final puede expresarse en varias forma legítimas. El Rosario adquiere así también una fisonomía más adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas. En esta perspectiva, es de desear que se difundan, con el debido discernimiento pastoral, las propuestas más significativas, experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que cultivan particularmente la práctica del Rosario, de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auténtica riqueza espiritual, encontrando así una ayuda para la propia contemplación.”

Estas son algunas jaculatorias que podrían usarse:

A JESUCRISTO

V. Jesús manso y humilde de corazón,
R. haz mi corazón semejante al tuyo.

V. Sagrado Corazón de Jesús,
R. en Vos confío.

V. Sagrado Corazón de Jesús,
R. perdónanos y se nuestro Rey.

V. Corazón de Jesús,
R. que os ame y os haga amar.

V. Corazón divino de Jesús,
R. convierte a los pecadores, salva a los moribundos, libra a las almas santas
del purgatorio.

V. Dulce corazón de mí Jesús,
R. haz que te ame siempre más y más.

V. Sagrado Corazón de Jesús,
R. protege nuestras familias.

V. En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado,
R. el corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

V. Sea por siempre bendito y adorado Cristo, Nuestro Señor Sacramentado,
R. Nuestro Rey por los siglos de los siglos.

V. Alabemos y demos gracias en cada instante y momento,
R. al Santísimo y Divinísimo Sacramento.

V. Acordémonos que estamos en la santa presencia de Dios,
R. ¡Adorémosle!

V. ¡Viva Jesús en nuestros corazones!
R. ¡por siempre!

V. ¡Viva Cristo Rey!
R. ¡Viva!

V. Te adoramos ¡oh Cristo!, y te bendecimos,
R. porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

V. Alabado sea Jesucristo.
R. Por los siglos de los siglos. Amén.

V. Buen Jesús, amigo de los niños,
R. bendecid a los niños de todo el mundo.

V. Buen Jesús,
R. me uno a ti de todo corazón.

V. Dad, Señor, descanso eterno a las almas,
R. y la luz perpetua luzca para ellas.

V. El Señor es mi pastor,
R. nada me puede faltar.

V. Jesús, manso y humilde de corazón,
R. haz nuestro corazón semejante al vuestro.

V. Por ti, Jesús, vivo; por ti, Jesús, muero;
R. tuyo soy, Jesús, en vida y en muerte, amén.

V. Señor, auméntanos la fe.

V.
Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo.

V. Creo, Señor, pero ayuda mi incredulidad.

V. Jesús Dios mío, os amo sobre todas las cosas.

V. Jesús, mío, ten misericordia de mí.

V. Tuyo soy, para Ti nací,
R. ¿qué quieres Jesús de mí?

Al ESPÍRITU SANTO

V. Espíritu Santo fuente de luz,
R. ¡ilumínanos!

V. Espíritu Santo fuente de sabiduría,
R. guíanos.

V. Espíritu Santo fuente de amor,
R. llénanos.

V. Espíritu Santo, dulce huésped de mi alma,
R. permaneced en mí, y que yo permanezca siempre en ti.

V. Espíritu Santo, dulce huésped de mi alma,
R. permaneced en mí, y que yo permanezca siempre en ti.

A JESÚS, JOSÉ Y MARÍA

V.Jesús, José y María,
R. os doy el corazón y el alma mía.

V. Jesús, José y María,
R. asistidme en mi última agonía.

V. Jesús, José y María,
R. en Vos descanse en paz el alma mía.

A LA VIRGEN MARÍA

V. Ave María Purísima,
R. sin pecado concebida.

V. Dulce Corazón de María,
R. sed la salvación del alma mía.

V. María, Madre de Gracia, Madre de Misericordia,
R. en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.

V. Santa María de Guadalupe
R. ruega por nosotros.

V. Santa María de Guadalupe,
R. Salva a nuestra patria y conserva nuestra fe.

V. Santa María del buen camino,
R. haz que lleguemos sanos y salvos a nuestro destino.

V. Por tu limpia concepción, ¡oh Soberana Princesa!
R. una muy grande pureza te pedimos de corazón.

V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

V. Inmaculada reina de la paz,
R. ruega por nosotros.

V. Madre de amor, de dolor y misericordia, R. ruega por nosotros.

V. Oh María sin pecado concebida,
R. ruega por nosotros que recurrimos a ti.

V. Virgen, Madre de Dios, María,
R. rogad a Jesús por mi.

V. Corazón dulcísimo de María,
R. prepáranos un camino seguro.

V. Dulce Corazón de María,
R. sed la salvación mía.

V. Purísimo Corazón de María, virgen santísima,
R. alcánzanos de Jesús la pureza y la humildad
de corazón.

A SAN JOSÉ, LOS SANTOS, ÁNGELES Y VARIAS

V. Patriarca San José,
R. ruega por nosotros.

V. San José mi padre y señor,
R. enséñame a querer más cada día a Jesús y María.

V. Haced, San José, que vivamos una vida inocente
R. y esté siempre asegurada bajo vuestro patrocinio.

V. Santos y Mártires de Cristo Rey,
R. rueguen por nosotros.

V. Santísima Trinidad, un solo Dios; creo en ti; espero en ti, os amo y
os adoro;
R. ten piedad de mí, ahora y en la hora de mi muerte, y salvadme.

V. Haced, San José, que vivamos una vida inocente
R. y esté siempre asegurada bajo vuestro patrocinio.