El Excelentísimo Nuncio Apostólico ordenó Sacerdote al Padre Jefferson Arrieche Palacios, primer sacerdote salido de nuestras filas; al Diácono Alejandro Laguado Sánchez, con años en nuestra Asociación; concedió el Ministerio del Acolitado a Jesús Galíndez; y admitió a las Sagradas Órdenes a Porfirio Arellano Ramírez, a Jorge Chacón, a Juan José De Abreu y a Jonathan Guerra.
Al día siguiente, el 19 de julio de este año de gracia, a las 7 p.m., en nuestra Ermita de la Eucaristía de la Casa Central, el Padre f. Jefferson celebró su Primera Misa.
Compartimos los versos dedicados por nuestro Preceptor Mayor al Padre Jefferson:
Tembloroso, eternamente agradecido,
hasta el altar has llegado,
sin merecerlo,
es bondad, en bello atardecer.
Oíste la voz de Dios,
primero como nube en lejanía,
como signo que invita.
Luego con urgencia de fuerza arrolladora,
de tempestad marina,
que pulveriza rocas y hace temblar puertos.
Y seguiste al Señor
para darte por siempre, sin reserva,
en la mañana de un sí definitivo.
Te alejas del amor que llena cunas
no por temor a los desvelos,
sino para llenar el mundo
con miles de alas que llevan al cielo.
Te alejas del mundo
no por temor a enfrentarlo,
sino para indicarle hermosos senderos.
Negación que da vida,
que se deshace en la noche
para ver y contar estrellas.
Así te dispones a subir al Altar,
y a tocar con pobres manos,
la Hostia consagrada,
y el Cáliz sacrosanto.
El Señor siempre fiel,
y tú aferrado a Él,
marca tus pisadas con la Virgen
tan solo por santas sendas de bien.
